El pasado fin de semana cruzamos la frontera con dirección Austria,esta vez nuestra primera parada era Salzburgo (que significa castillo de sal).El centro de la ciudad esta incrustada en la ladera de una montaña. Nos sorprendió con sus casas de colores y todo cuidado hasta el último detalle, tan perfecto que parece que estas dentro de un escenario de película. Todas las calles limpias, jardines de revista , austric@s guapisim@s, nada fuera de la norma.
Calle arriba y calle abajo, te das cuenta que esta ciudad la podrías llamar Mozart,donde nació y vivió hasta que se traslado a Viena. Cualquier cosa que os imaginéis tiene la cara de Mozart: camisetas ,bombones… hasta patitos de goma con la cabeza de Mozart. En la calle Getreidegasse n.º 9 , se encuentra la casa donde se crió y compuso a los cinco años «Allegro«.
Salzburgo, como casi la mayoría de ciudades tiene las tiendas de grandes firmas internacionales, la diferencia es que aquí los carteles de estos comercios conservan la estética antigua con carteles de hierro, lo que hace que la ciudad no pierda su esencia.
McDonalds ha tenido que suprimir su cartel amarillo luminoso que planta en todas las ciudades,por este:
Donde este la calle principal de una ciudad , el emporio de Amancio planta su negocio, esta vez con un cuidado cartel.
En el casco antiguo, te encuentras la Catedral de Salzburgo de estilo barroco o Catedral de Virgilio, que fue el que ordenó su construcción. El protagonismo lo pierde un poco, ya que en la plaza donde esta situada, se encuentran los carros de caballos, que a primeras puede ser turísticos, pero los propios habitantes de Salburgo lo utilizan para celebraciones o días festivos. Además, los austriacos visten el traje típico del tirol como traje de fin de semana.
La ciudad tiene un claro vigilante, que ves desde cualquier punto de la ciudad. Se trata de la fortaleza situada encima de la colina.
Después de todo el paseo, era el momento de reponer energías. Nos acercamos a un clásico y no nos defraudo. Se trata de la cerveceria-convento Agustiner Brau, si si los monjes agustinos fundaron esta cervecería en 1621, fue entrar y acordarme de algunos de mis amigos (Gusty y Álvaro este es vuestro lugar! 😉 .Es el lugar perfecto para introducirse en la típica comida austriaca: cerveza casera, codillos de cerdo, chucrut, Wiener Schnitzel (escalope empanado servido con patatas con ajo y perejil).
Para bajar la comida, nada mejor que dar un paseo por los jardines del Palacio Mirabell. En estos jardines y parte de Salzburgo se rodaron las escenas de la película Sonrisas y Lagrimas.
Acabamos el día, viendo la puesta de sol y nos acercamos a un bar en el centro,donde servían bio hamburguesas,nos sorprendió mucho el buen ambiente de la ciudad y nos encontramos a unos camareros muy simpáticos. Eso si cenando sobre las 7 y media, porque no deja de ser Austria y las cocinas cierran pronto.
Nos despedimos de Salzburgo,que al día siguiente nos esperaba una nueva aventura.